Crisálida
Crisálida es un proyecto que nace de la necesidad de hablar de todo lo que tenemos en nuestro interior, pero sin hablar. Sacar, a golpe de diferentes procesos, todo lo que no somos capaces de decir con palabras y convertirlo en imágenes. Partir de lo que somos, de nuestra propia imagen y, de un modo muy físico, mostrar todo lo que hay dentro de nosotros. Hacer visible lo invisible, lo que non se ve desde fuera.
Crear una imagen a partir de un sentimiento. Una única imagen, real, sin artificios, sin maquillajes y sin retoques. Una representación en forma de imagen de quien somos realmente, con nuestras marcas y nuestras historias grabadas sobre la piel. Una imagen en la cual, mediante la manipulación física de la propia imagen, contar algo que situado en nuestro interior.
Crear una imagen a partir de un sentimiento. Una única imagen, real, sin artificios, sin maquillajes y sin retoques. Una representación en forma de imagen de quien somos realmente, con nuestras marcas y nuestras historias grabadas sobre la piel. Una imagen en la cual, mediante la manipulación física de la propia imagen, contar algo que situado en nuestro interior.
Estamos acostumbrados a construir álbumes de los momentos felices, de lo que queremos recordar y preservar, y tratamos de olvidar lo malo y lo negativo. Yo no lo quiero olvidar, ya que de alguna manera también forma parte de mí y de quién soy. Desde pequeña viví la familia como símbolo de unión, amor, respecto, confianza... Una serie de valores que poco a poco se fueron grabando en mí.
Crecí y fui incorporando personas a esa familia que yo iba construyendo, con sus aciertos y con sus errores. El proyecto habla de todo ello, casi a modo de diario o de álbum familiar. Situaciones y emociones que cualquiera puede haber vivido pero que aun non es capaz de contar.
Crecí y fui incorporando personas a esa familia que yo iba construyendo, con sus aciertos y con sus errores. El proyecto habla de todo ello, casi a modo de diario o de álbum familiar. Situaciones y emociones que cualquiera puede haber vivido pero que aun non es capaz de contar.
Con Crisálida quiero romper ese miedo a mostrar, a dejar salir lo que siento. Retratar, de diversos modos, las diferentes maneras de sentir en las que creo que muchos podrían verse reflejados. Cada una de las piezas es la muestra de algo: la carga mental, los valores perdidos con el tiempo, la fragilidad, el crecimiento, el desgaste, las heridas, los aprendizajes, el ahogamiento, lo tóxico, lo perjudicial, etc... Veintisiete imágenes a día de hoy. Un álbum que duele y que cura, casi como una terapia. Veintisiete imágenes en las que el proceso es parte de mí y de quién soy hoy.
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